Esta es una de esas preguntas que siempre encienden debates acalorados en cualquier conversación. En la sociedad dominicana, es casi un deporte nacional discutir quién engaña más, pero ¿y si el problema no es quién lo hace, sino cómo entendemos la infidelidad?
Porque, seamos honestos, la línea entre fidelidad y traición no siempre es clara. No todo es un beso robado o una aventura secreta; a veces, la infidelidad se esconde en la sombra de una tercera persona, en esos mensajes con el/la ex que «no significan nada» o en la necesidad de buscar validación fuera de la relación. Y aquí es donde entra la triangulación.
Según Murray Bowen (1978), la triangulación ocurre cuando, en lugar de enfrentar directamente un conflicto dentro de la pareja, se introduce a un tercero para aliviar la tensión. En otras palabras, cuando alguien mantiene una relación ambigua con una expareja o con alguien más, sin cruzar la línea física, pero generando un ruido emocional que afecta la relación actual.
Entonces, en vez de preguntarnos quién es más infiel, quizás deberíamos cuestionarnos: ¿Cuántas relaciones están atrapadas en una triangulación sin darse cuenta?
Más allá del evidente contacto físico, la conexión emocional, las conversaciones ambiguas con doble sentido y hechos similares pueden tener un impacto significativo en la relación. No solo afectan emocionalmente a la persona que descubre la interacción, sino que también alteran la dinámica de la pareja y generan consecuencias en quienes las provocan. Según un estudio de Schneider, Gruman y Coutts (2012) sobre la psicología social de las relaciones, las microtraiciones, como el coqueteo virtual o la comunicación encubierta con una expareja u otra persona, pueden generar sentimientos de ansiedad, inseguridad y desconfianza, debilitando el vínculo y aumentando la insatisfacción en la relación.
Estos efectos se ven amplificados por las redes sociales, que facilitan el contacto constante y la permanencia de figuras del pasado en la vida de las personas. Plataformas como Instagram y WhatsApp crean un espacio donde los límites pueden volverse difusos, permitiendo interacciones que, aunque no sean explícitamente infieles, pueden generar un impacto emocional profundo en la pareja actual. La posibilidad de ocultar conversaciones, mantener interacciones privadas y revivir conexiones pasadas con un simple mensaje refuerza la incertidumbre y la sospecha, afectando la estabilidad emocional y la confianza en la relación.
Es clave entender las causas profundas que alimentan las dinámicas problemáticas en una relación. En mi consulta como terapeuta de pareja, se repiten patrones como la necesidad de validación constante y la falta de límites claros, que a menudo crean un terreno fértil para este tipo de conflictos. Los límites en una relación deben ser claros y flexibles para evitar la confusión.
Cuando los límites son difusos, se generan enredos emocionales que dificultan la autonomía individual y la estabilidad relacional. En este contexto, no solo se perciben situaciones de pareja, sino que también se pueden dividir en lo «mío», lo «tuyo» y lo «nuestro». Cada uno tiene sus inseguridades no resueltas, y esos límites no establecidos pueden ser la raíz de muchos malentendidos.
Al tomar decisiones sobre elegir pareja, no podemos guiarnos solo por la comodidad, atracción o «química». Es esencial tener conversaciones genuinas sobre lo que signifi ca realmente estar juntos y también definir claramente cuáles son esos límites que nos ayudan a mantener una relación sana (Perel, 2017).
Desde la psicología, los límites no son solo lo que no estamos dispuestos a tolerar, sino el compromiso de respetarlos y hacerlos cumplir cuando se cruzan. Minuchin (1974) enfatiza que los límites funcionales permiten a cada miembro de la pareja conservar su identidad sin perder la conexión con el otro. Y ese respeto tiene que ser mutuo para que la relación pueda crecer y evolucionar.
Si estás del lado de no poder controlar los coqueteos en línea, si te encontraste con esos mensajes o si eres la pareja que no sabe cómo salir de esta situación, la diferencia entre seguir atrapado o avanzar hacia una relación más fuerte puede estar en dar el primer paso y pedir ayuda. Te espero con los brazos abiertos, sin juicio, en consulta, para acompañarte a transformar lo que no está funcionando en algo que sí lo haga.