Rusia Refuerza su Política Migratoria con Mano Firme
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dado un paso decisivo para enfrentar el problema de la inmigración ilegal. Un decreto firmado el 30 de diciembre de 2024 establece que los inmigrantes en situación irregular tienen hasta el 30 de abril de 2025 para regularizar su estatus. Aquellos que no cumplan con los requisitos se enfrentarán a la deportación inmediata, marcando una de las posturas más estrictas de Rusia en décadas.
Entre las exigencias están los controles sanitarios, pruebas de consumo de drogas, exámenes de VIH y tuberculosis, así como un examen de idioma ruso, historia y derecho. Además, los inmigrantes deberán saldar cualquier deuda pendiente y someterse al registro biométrico.
Opciones Limitadas: Enrolarse en el Ejército o Salir del País
Para quienes deseen quedarse, existe una alternativa controvertida: firmar un contrato militar. Esto los harían elegibles para ser enviados al frente de batalla en el conflicto contra Ucrania. Esta medida refleja no solo la política migratoria rusa, sino también la estrategia del Kremlin para enfrentar la escasez de mano de obra militar en medio de la guerra.
Impacto Potencial: Millones en Riesgo de Expulsión
Con más de 10 millones de inmigrantes ilegales viviendo en Rusia según cifras de la OCDE en 2019, esta medida podría afectar a una parte significativa de la población. Aunque se otorgan exenciones a quienes se enrolan en el ejército, no habrá concesiones para aquellos considerados una amenaza para la seguridad nacional.
La decisión también tiene una raíz en la historia reciente. Un ataque terrorista en la sala de conciertos Crocus City Hall, atribuido a inmigrantes de Tayikistán, marcó un punto de inflexión en la percepción del Kremlin sobre la inmigración.
Un Balance Complejo: Seguridad Nacional vs. Escasez de Mano de Obra
En junio de 2024, durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, Putin reconoció la importancia de los inmigrantes para aliviar la escasez de mano de obra que afecta el crecimiento económico. Sin embargo, la seguridad nacional parece haber tomado prioridad, en una medida que busca evitar futuros ataques y garantizar un mayor control sobre quiénes residen en el país.
Un Cambio Decisivo con Resonancia Internacional
La nueva política migratoria de Rusia no solo redefine su enfoque hacia la inmigración, sino que también envía un mensaje claro: la seguridad nacional y el orden interno están por encima de cualquier otra consideración. Al soportar las condiciones para la regularización, Putin demuestra que su gobierno está dispuesto a tomar medidas extremas, incluso en detrimento de la economía, para proteger los intereses del país.







































