
Ser dominicano es mucho más que portar un pasaporte o haber nacido en la República Dominicana. Es un acto consciente de respeto, amor y compromiso con una historia compartida, una rica herencia cultural y los valores que nos definen como nación. Sin embargo, en los últimos años, el debilitamiento del respeto por nuestras leyes, símbolos patrios y el desconocimiento de nuestra historia ha puesto en riesgo nuestra identidad nacional. Para revertir esta tendencia, es esencial reforzar la educación en Moral y Cívica y promover una integración respetuosa de quienes deciden formar parte de nuestro país.
¿Qué significa ser dominicano?
Ser dominicano es un sentimiento que va más allá de una nacionalidad. Es enarbolar nuestra bandera con orgullo, conocer la letra y el significado de nuestro Himno Nacional y valorar el idioma castellano como medio de expresión y unidad. Es respetar las leyes, amar nuestra tierra y sentirnos parte de una historia compartida que nos ha moldeado como pueblo.
Retos actuales
El debilitamiento del respeto por los símbolos patrios y la falta de conocimiento sobre nuestra historia amenazan con diluir lo que significa ser dominicano. Además, el fenómeno migratorio ha añadido desafíos a la preservación de nuestra identidad, ya que la integración de nuevos habitantes debe realizarse desde el respeto a nuestras costumbres, lengua y valores.
Como fortalecer nuestra identidad
- Reintroducción de Moral y Cívica en la educación:
Incluir en el currículo escolar materias que fomenten el respeto por los símbolos patrios, la historia y los valores cívicos es esencial para formar ciudadanos conscientes y responsables. - Ceremonias de integración solemnes:
Proponer un «contrato de integración» para quienes aspiren a obtener la nacionalidad dominicana, comprometiéndose a respetar nuestra lengua, tradiciones y valores. Este proceso debería culminar en una ceremonia que honre su compromiso con nuestra cultura. - Promoción de los símbolos nacionales:
Fomentar el conocimiento y uso correcto de la bandera, el escudo y el himno nacional en eventos educativos, deportivos y comunitarios para reforzar el orgullo y la unión nacional. - Programas de adaptación cultural para inmigrantes:
Crear programas educativos para que los nuevos residentes puedan aprender sobre la historia, el idioma y las costumbres dominicanas, facilitando su integración sin perder nuestra esencia como nación.

El orgullo
Nuestra identidad no solo se hereda, también se merece y se honra. Es un acto consciente de compromiso con nuestra historia y valores, que nos impulsa a construir un futuro sólido y lleno de posibilidades.
Ser dominicano no es solo cuestión de nacimiento, sino de pertenencia y compromiso. Es entender y valorar quiénes somos, respetar nuestra historia y trabajar juntos para preservar una identidad que nos une. Desde la educación hasta la integración cultural, debemos fomentar el respeto por nuestras tradiciones y transmitir este orgullo a las futuras generaciones. Solo así podremos garantizar que la esencia de ser dominicano permanezca intacta, reflejando los valores y sueños que compartimos como pueblo.